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CULTURA-DEPORTES
El Teatro del Norte interpreta Mariana Pineda el 21 de noviembre
Una interpretación de la obra de Federico García Lorca
La Mariana Pineda de Lorca, pasional, posesa, mártir, recibe su cualidad política de su calidad de amante. “¡Yo soy la Libertad, porque el amor lo quiso!”. Mariana, como Cristo, muere para que don Pedro y sus compañeros liberales puedan salvarse.
Mariana inicia la galería de personajes lorquianos marcados por el estigma de una pasión aniquiladora e inexorable, el amor frustrado y la muerte. Ni Pedro pierde la exaltada continuidad de su discurso político, ni Mariana la de su discurso amoroso. Y solo al final, camino del cadalso, cuando Pedro ya no exista, se juntaron en la figura de Mariana el discurso amoroso y el discurso político en un canto a la libertad y al amor.
Aunque Mariana Pineda es una obra de juventud, en ella ya están presentes todas las virtudes de Federico, tanto como poeta como dramaturgo. El gran acierto de Federico es subordinar el tema política a un tema sentimental; partiendo de un choque entre la pasión lasciva del juez Pedrosa y la entereza casta de Mariana, el nudo dramático se humaniza y cobra un sentido eterno.