LLANERA

LLANERENSE DEL AñO

La Asesoría Bellavista de Posada de Llanera tramitó más de 1000 ERTES en cuatro o cinco días

Domingo 27 de Diciembre del 2020 a las 01:44


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El propietario de la Asesoría Bellavista, Alberto Rodríguez Álvarez, recordó cómo vivieron la primera ola del coronavirus trabajando muchas más horas e incluso los fines de semana, para tramitar los ERTES y las ayudas que ofrecían las mutuas y las administraciones, para los sectores que tuvieron que cerrar.

Bellavista lleva más de 30 años ofreciendo su servicio en el concejo y Rodríguez confesó que nunca se trabajó a ese ritmo, aunque hubo épocas en las que no contaban con  sistemas informáticos, pero nunca notaron tanta presión de todos los frentes, porque se concentró en pocos días. “Los tres primero días del cierre nos dedicamos prácticamente a hablar con los clientes, para explicarles la situación”, narró.

-¿Cómo fue el primer día de trabajo cuando se decretó el estado de alarma y el confinamiento?

-La situación fue de una sorpresa e incertidumbre total, porque se desconocía lo que ocurría era algo novedoso, que nunca había ocurrido en la vida, era surrealista totalmente. Recibimos llamadas de teléfono de todos los clientes, preguntando que hacían, si abrían si no y que hacían con los trabajadores. No había nada claro era una total incertidumbre.

Había un desconcierto y gran desconocimiento de la ley, porque no había a quien preguntar era todo mayormente por intuición. Incluso nosotros como asesoría no sabíamos si podíamos venir,  a mí me paró la Policía Local y la Guardia Civil y les dije que iba a tramitar ERTES. Entiendo que es una situación anormal, que ocurrió en todo el mundo, pero hubo leyes muy precipitadas y no había con quien consultar.

-¿Eran conocedores desde el primer momento que tenían que abrir como servicio esencial?

-No quedaba otra solución más que estar abiertos, porque teníamos que atender en un principio todos los ERTES, posteriormente fueron las ayudas del Principado, más adelante las del Ayuntamiento de Llanera y otros trámites habituales que había que hacer.

En cuanto a las ayudas quiero destacar que a medida que había más cercanía con la administración fueron más fáciles y sencillas de tramitar. Las del Principado se tramitaron bastante bien y las del Ayuntamiento de Llanera especialmente funcionaron de maravilla, hay que agradecérselo a los funcionarios de ese área, porque con está asesoría no hubo más que buenas atenciones.

-¿En qué momento se encontraban de trabajo cuando se cerró todo en marzo?

-Prácticamente nos dedicamos a cubrir los ERTES en marzo y las ayudas. En el mes abril ya fue más complicado porque se juntó con la presentación de las declaraciones trimestrales de impuestos, que hubo que cumplimentarlas y lógicamente con los añadidos y modificaciones que fueron dictando con las ordenanzas.

- ¿Existieron muchas complicaciones con los ERTES?

- La mayor complicación es que se tuvo que hacer todo muy rápido y nosotros tramitamos más de 1.000 ERTES en cuestión de 4 o 5 días, estaban atascados todos los sistemas informáticos, no había donde realizar consultas, porque la ley era muy ambigua  y daba lugar a miles de dudas y paralelamente surgieron las ayudas de los autónomos, a través de las mutuas con el mismo sistema. Hubo casos en que hubo que hacerse tres veces la misma solicitud de ayudas, porque en poco tiempo cambiaban los impresos y toda la presentación. Hubo que trabajar el triple de lo que se hace habitualmente.

-¿Se optó por el teletrabajo?

- Intentamos inicialmente hacer teletrabajo, pero el mismo personal de la asesoría acordó venir, porque no había tiempo material para atender todo. Hemos estado trabajando diez horas diarias incluidas los fines de semana.

-¿Qué diferencias encuentra entre la primera ola y la segunda?

- Esta situación se está volviendo a repetir ahora. La situación es prácticamente la misma, lo que ocurre es que ahora nos coge en un momento más débil económicamente. En principio  considero que la gente se lo tomó dentro de la gravedad con un poco más de tranquilidad, pero ahora es mucho más fuerte, las empresas están más debilitadas económicamente y considero que es más complicada está que la anterior.

-¿Fueron muchas las empresas que cerraron y de qué sectores?

- En la primer ola no se notó mucho el cierre, pero en esta sí. El sector más afectado es la hostelería junto con las empresas de transporte principalmente el escolar. Tenemos clientes que tienen empresas de autobuses, que se quedaron parados al estar cerrados los centros educativos y al no haber turismo. También las agencias de viaje. En cuanto a la hostelería se está llevando un duro revés y cuanto más potente es más sufrió el coste, porque tienen más gastos fijos.

- El Principado ha convocado  más ayudas para los sectores afectados

- Si, en este momento estamos preparándolas para tramitarlas, son ayudas del Principado que salieron el 17 de noviembre y el 18 entraron en vigor, contábamos con un plazo de 5 días para presentarlas. Además van por orden de preferencia y en el momento que se acabe el presupuesto se acabó, por eso hay que correr para presentarlas.

- ¿Las empresas de los polígonos están sufriendo la crisis económica?

- Las industrias grandes aguantaron más, porque tienen más músculo financiero, a quién más afectó fue al pequeño empresario, porque viven prácticamente al día y un golpe de estos, de paralizar su actividad durante dos meses es importante. Las otras empresas tienen otras vías de financiación más asequibles.

Lo que solucionó mucho el problema fue la salida de los prestamos ICO, ya veremos después como se paga eso, todas las empresas lo pidieron, porque era una vía para mantenerte y cubrir incluso situaciones atrasadas y les vino muy bien. Soy partidario de que está primera crisis la salvaron la banca y las mutuas.

-La situación ahora está mucho más complicada

-La situación es mucho peor, porque ahora sí que van a cerrar empresas de verdad, porque  ya no hay capacidad de aguante económico, no pueden soportar la situación  y habrá despidos y cierres. Muchas empresas están aguantando los ERTES, porque se cumplen los seis meses del anterior para hacer los despidos y volver al ERTE. Las empresas aguantan, pero va a haber muchos despidos.

Esta crisis del covid nos plantea un antes y un después en la forma de vivir de la población, vamos a ser más Europeos y a las 21 horas estaremos en la cama. El teletrabajo puede servir para algunos países, pero en  este país no estamos preparados para ello, un ejemplo es la calle Galicia en Oviedo que hay muchas cafeterías, que ahora están prácticamente cerradas, y en ellas consumían los funcionarios, pero ahora están en casa teletrabajando. Lo mismo con el comercio, si no sales de casa y pasan por una tienda no vas a consumir en las tiendas del barrio y las empresas cierran. En Asturias se sobrevive de las pequeñas empresas no hay grandes industrias.

-¿Qué medidas sanitarias se tomaron?

- Se pusieron mamparas y todos los medios, como los guantes que en un primer momento eran obligatorios y se ponían a disposición de los clientes para entrar, además de mascarillas, gel hidroalcoholico y la toma de temperatura.

-¿Ha cambiado el trato con los clientes?

- Es más distante, suele ser por vía telemática o telefónica, se disminuyó la presencia en la oficina al 70%. La gente tiene miedo y le impone la enfermedad. Es recomendable solicitar cita previa, para que no haya mucha gente en la sala de espera, pero si viene se les atiende normalmente.

El Tapín

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