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SOCIEDAD
Incertidumbre y malestar entre los hosteleros llanerenses
Los hosteleros de Llanera se muestras en la mayoría de los casos con los ánimos por los suelos. y consideran que lo peor de todo es no saber si van a vivir otro cierre, porque eso supondría poner el candado a sus negocios. José María Rodríguez, propietario de la Cafetería Crisol de Lugo de Llanera, abrió sus puertas el lunes 14 de diciembre a las 8 de la mañana y aseguró que fue una mañana muy floja de clientes, “vivimos con una gran incertidumbre no sabemos lo que puede pasar después o durante las navidades. Las medidas son muy restrictivas, ya que el 30% del aforo en el interior supone de tener 60 personas a 20, en la terraza sólo tengo tres mesas. Hemos perdido con este cierre de 40 días las Jornadas de la Matanza, que eran una gran cita para el concejo. Además el toque de queda a las 23 horas supone, sobre todo el fin de semana, perder ventas y lo mismo los días que hay partido a las 21 horas, porque los gastos nos siguen llegando todos los meses”, afirmó.
El propietario del Sirocco Coffee and Bar de Posada de Llanera, Horacio Fernández, también resaltó la tranquilidad de la jornada, “está siendo una mañana de lunes normal y con este tiempo, se suele animar más por la tarde. La verdad es que hemos abierto muy desanimados, por las medidas, porque las navidades son fechas para reunirse y celebrar, algo que este año no va a suceder ni en los bares ni en las casas. Es todo muy triste y estamos desilusionado”, destacó.
El propietario del Bar Antonio de Posada, Ezequiel Fernández, confesó que volvió a abrir para dar el servicio a sus clientes habituales, pero sin ningún tipo de ilusión y no lo tenía muy claro el volver a hacerlo, “al final optamos por abrir, porque tenemos que mantener el nombre e intentar dar alegría a los clientes, aunque nosotros no estemos animados. No sabemos si nos volverán a cerrar y muchos negocios ya no lo van a aguantar. Las medidas son muy restrictivas con las sillas a dos metros, sin la barra, en las mesas solo puede haber cuatro personas y al 30%, es imposible sacar un negocio adelante. No vamos a poder brindar, ni tomar el vermú, ni reunirnos con los amigos, estamos muy desilusionados, no sé si tendremos que ir buscando otra cosa. La hostelería está siendo uno de los sectores más castigados, cuando abrimos la otra vez nos llevó un tiempo largo el que la gente volviera a los locales, porque optaban por quedarse en sus casas”, afirmó.
El propietario de la Cafetería Plaza de Posada, José Roldán, aseguró que estaba ilusionado por volver a abrir las puertas del local y sobre todo para estas fechas tan señaladas, pero considera que las medidas son demasiado restrictivas. “Es cierto que los clientes están receptivo, pero hay una gran incertidumbre y los pagos siguen llegando todos los meses, teníamos que abrir pero nos queda la incógnita de si habrá un nuevo cierre, porque la situación ahora es realmente complicada”, apuntó.
Roberto Recio de la Sidrería- Parrilla La Mundina de Lugo de Llanera, comentó que abrió las puertas a las 11 horas y lo que más vendió fue lotería acompañada de cafés y pinchos. “Si tuvimos alguna comida, pero lo que menos. Lo bueno es que nosotros contamos con un local grande y podemos poner alguna mesa más y lo mismo en la terraza. Pero veo a los clientes que entran y preguntan están receptivos”, explicó.
Inocencio Aparicio de la Sidrería Mayte de Lugo de Llanera, se mostró muy preocupado por las declaraciones del Presidente del Principado, Adrián Barbón, al asegurar que en enero habrá una tercera oleada. “El día fue muy tranquilo y hemos tenido que adaptar todo el local de nuevo, quitando la zona de juegos infantil y varias mesas. Nos hemos pensado mucho el volver a abrir, y al final lo hemos hecho por los clientes que nos lo han pedido, pero para nosotros va a suponer un gasto por las medidas tan restrictivas que se han impuesto. Una de las preguntas que me hago es ¿si el toque de queda para Nochebuena y Nochevieja también nos afecta a nosotros o sólo a las personas que van a otros domicilio diferentes al suyo?, porque en el BOPA no viene especificado”, narró. Aparicio aseguró que la Sidrería sigue abierta por su mujer, Pepi Flores, a la que le queda un año para jubilarse, “intentaremos pasar este año lo mejor que se pueda”, confesó.