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CULTURA-DEPORTES
José María Flores: “La mejor iniciativa que realizó la asociación de A. Villardeveyo fue presionar para que la estación se incluyera como bien cultural”
El historiador del arte y trabajador de Renfe, José María Flores, explicó a los vecinos de Villabona el origen, la evolución y la arquitectura de la línea que comunica la localidad con Avilés. La línea cuenta con 21 kilómetros, y a lo largo de la misma conviven todas las construcciones ferroviarias posibles que son las estaciones estandarizadas, los apeaderos y las subestaciones eléctricas. “Si fuéramos un país más serio celebraríamos los 145 o 140 años de la red, ya que tardó 20 años en construirse. La idea de la línea era crear un trayecto suprarregional que conectara Asturias con la mesa, superando el Puerto Pajares”, destacó Flores.
La primera idea era conectar Serín con Avilés, pero no gustaba al cacique de Avilés y se decidió que el trazado fuera más directo desde Oviedo pasando por Villabona, esta iniciativa conllevó el retraso de 20 años en su construcción. En 1873 salió la construcción a subasta y ninguna empresa se interesó, la idea quedó adormecida cinco años más, hasta que volvió a salir a subasta en 1882 y se hizo con la construcción la Sociedad de Crédito Ferroviario que tampoco comenzó las obras, fue en 1886 cuando se hizo cargo la Compañía del Noroeste.
Los impulsores de la línea fueron Julián García-San Miguel el Marqués de Teverga, el ingeniero Salustio García González, que fue el encargado de redactar el proyecto, y el contratista Arnaldo Sizzo-Morís.
Flores explicó primero el origen de la estación de Lugo de Llanera, que es la primera de la línea, “se considera que el Ayuntamiento de Llanera influyó para la construcción, ya que la primera opción era hacerla en Robledo”, confesó. Lugo de Llanera era un apeadero, que es el menor rango de las estaciones, la construcción de su edificio se debe al ingeniero jefe de la Compañía del Noroeste, Melitón Martín, y a su semejanza se realizaron el resto de apeaderos. En 1924 pasó a ser una estación de clasificación, el objetivo era priorizar a las personas a las mercancías. La estación recibió un premio nacional de transporte en el que ganaron 25.000 pesetas que se repartieron entre los trabajadores. En los años 80 se sustituyó el edificio original.
La estación de Villabona se inauguró un año antes que la línea, tuvo gran importancia a principios del siglo XX. Las edificaciones con las que contaba era: una cantina, el edificio de pasajeros, las viviendas de los trabajadores, la estafeta de correos, los baños y otro edificio que posteriormente se uso como cantina.
El edificio de viajeros fue obra del ingeniero inglés Francis Thompson imitando la estación de Liverpool, lo que hace que la estación de Villabona sea única en Asturias, esto unido a que la construcción de las viviendas de los trabajadores es el único edificio de esta altitud creado antes de la Guerra Civil. “La estación perdió importancia al llegar los cercanías y convertirse en una parada más, pero el mayor logro de la Asociación A. de Villardeveyo fue presionar para que se incluyera como bien cultural”, concluyó.