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SOCIEDAD
Más de 2.000 animales pasaron este fin de semana por las instalaciones del recinto ferial de Llanera en la feria de San Isidro
La feria de San Isidro de Llanera cerró sus puertas hasta el próximo año. El director técnico, Eliseo López, aseguró que la compra-venta fue bien, desde la tarde del sábado y el domingo por la mañana se cerraron los últimos tratos, en dos apartados diferenciados, “por una parte el ganado equino que se vendió en prácticamente su totalidad alcanzando unos preciso altísimos y con mucho movimiento, incluso se vendieron animales con destino a Francia. Con el ganado vacuno no hemos tenido suficiente suerte con los precios, los tratos fueron lentos y costó trabajo vender las vacas, no sabemos si con este pistoletazo de salida de las ferias en las siguientes se alcanzarán precios normales, porque es difícil aquí calcular la rentabilidad para las explotaciones, porque se están vendiendo los animales por debajo de los costes de producción”, apuntó.
López comentó que el sábado de tarde se llenó el recinto de animales, y en cuanto a la gente aseguró que en los últimos días antes de iniciarse la feria tuvieron que decir a unas 800 personas que no podían asistir, debido a las medidas y los aforos. “Esperamos que para el próximo año toda la gente que hemos rechazado pueda estar. Considero que en la venta del ganado vacuno la falta de público ha afectado, porque había familias que venían de las explotaciones y siempre compraban algún animal y ese cuenta gotas constante que no se ha vendido y que supondría unos 200 animales que cambiaran de propietario si el aforo no fuera limitado y lo sentimos, porque el objetivo de la feria es salvaguardar el precio de los animales y que sea un valor añadido para los operadores y ganaderos”, explicó. El director comentó que se cerró la asistencia de más de 2.000 animales, que pasaron por las instalaciones.
El alcalde de Llanera, Gerardo Sanz, se mostró satisfecho de la organización a pesar del parón el pasado año por la pandemia, “iniciamos los preparativos de la feria viendo como se podía hacer y el resultado fue éste. Todo lo que tenía que ver con el espectáculo lo tuvimos que dejar aparcado, el desfile y el arrastre de bueyes, esperamos recuperarlo la próxima edición. Esto ha sido una feria propiamente dicha de compra-venta de animales”, afirmó.
El primer edil comentó que esta feria fue el pistoletazo de salida para las próximas y espera que sirvan para revitalizar el sector. “En el ámbito caballar la feria funcionó espectacularmente bien, con una gran venta y en el vacuno ha estado más flojo. Este sector siempre se ve afectado por las cosas que suceden en cualquier ámbito local, regional o nacional. La feria está aquí gracias a los ganaderos llanerenses que lucharon por ella y son el mayor sopló de aire fresco para que año tras año el Ayuntamiento siga trabajando en la feria y su organización. Verles la cara a los ganaderos de Llanera en el recinto es el mayor regalo para nosotros. Lo más importante es que los compradores y vendedores se sientan cómodos aquí”, destacó.
El ganadero llanerense, José Herminio Suárez, llevó cuatro animales a la feria, de los cuales vendió dos, y recordó que esta es la primera feria para el sector y reconoció que ha sido todo un éxito de organización con las medidas sanitarias y la afluencia de compradores y ganaderos. Suárez lo único que lamentó fue la bajada de los precios de vacuno, “dentro de las circunstancias que tenemos se ha realizado bastante bien. El precio de una vaca normal con cría ronda los 1.400 euros y otros años podía llegar a los 2.000 euros” explicó.
El director general de Ganadería, Nino Rodríguez, felicitó al alcalde por el trabajo y la intención de organizar la feria, ya que considera que respetando las medidas sanitarias es importante que se celebren para el sector ganadero. “Esperamos que la cosa se vaya animando con la organización de más ferias. Llanera siempre apuesta por el campo en todos los eventos que se celebran. El sector durante la pandemia trabajó abasteciendo productos de calidad y en cantidad, no hubo ningún mercado que se quedara sin alimentos. Desde la administración este año apostamos por el aumento de las ayudas. Hay problemas por la fauna salvaje, que conocemos y estamos mejorando el baremo de daños y renovando el plan del lobo para controlarlo más y evitar los daños en la medida de lo posible”, afirmó.
Luis Alberto Panero, responsable del Matadero Central de Asturias ubicado en Noreña, comentó que la feria de San Isidro trascurrió bien, ya que había muchas ganas de que se celebrara una, “vinimos a comprar ganado para ceba y nos ha ido bien, nos llevamos unos treinta animales y de precio bien, porque tampoco hubo mucha competencia”, afirmó.
Panero aseguró que el no haber público ocasionó descontrol, porque el precio de los caballos se disparó. “Las vacas paridas han bajado mucho el precio y los pasteros valen un poco más, porque es una fecha en la que hay poco ganado y los pasteros están desorbitados de precios. El año pasado las vacas paridas costaban 1.500 euros y este 1.300. Los caballos el año pasado estaban a 500 y ahora cuestan 800. Esto se debe al tirón el consumo de su carne, porque los caballos van a Italia y allí pagan por ellos lo que no se paga aquí. Además, hubo mucha gente que se quedó fuera debido a las medias sanitarias y todo influye”, explicó.
