LLANERA

SOCIEDAD

Primavera, época de renovación, o no,

Lunes 12 de Abril del 2021 a las 00:46


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En cualquiera de las facetas de la vida de la presencia de un oponente, de un rival siempre ha hecho que saquemos lo mejor de nosotros mismos. Esa sensación de competir, ese esfuerzo por ser el mejor ha llevado al ser humano evolucionar y llevar a otro estadio nuestras destrezas. La política no vive al margen de esta realidad, la existencia una oposición fuerte, que pregunte, que proponga, que fiscalice la actuación de cualquier equipo de gobierno es la base para que la gobernanza sea dinámica y esto solo puede redundar en beneficios para los ciudadanos.

 Desde hace tiempo en Llanera hecho de menos esa figura de contrapeso que lleve al alcalde y su equipo de gobierno a sentir que realmente existe una alternativa a ellos capaz de ser una amenaza en las próximas elecciones, las decisiones sí sabes que no existen posibilidades de que te muevan el sillón, suelen tomarse de forma bastante menos consensuada y suelen ser  bastante más sectarias.

 Por los años que estuvo en la alcaldía, por capacidad de movilización de votos y la capacidad de entender la política desde una perspectiva profesional, todo parece indicar que debe ser el Partido Popular el que deba ocupar ese papel líder de la oposición, pero las sucesivas decisiones a nivel orgánico, así como las elecciones de sus candidatos, han llevado a esta organización de pasar de una mayoría absoluta ejerciente a una minoría con escasa relevancia en la vida pública del concejo.

 Para entender esta pérdida de peso actual, debemos remontarnos unos años atrás. Vaya por delante mi respeto al trabajo y a la figura de D.José Avelino Sánchez durante sus años en la alcaldía. Me atrevo a decir que fue un buen alcalde, durante muchos años se realizaron muchas mejoras en Llanera y lo que parece surrealista hoy en día, a su salida del Ayuntamiento dejó un consistorio saneado, con un importante remante para futuras inversiones en Llanera y sin ningún tipo de rastro de las irregularidades que tanto marcaron a ciertos alcaldes en la década de los 90.

 Fue un buen gestor para el tiempo que le tocó vivir, pero en 2015 las urnas no solo dictaron el cambio signo en el Ayuntamiento, también dictaron el fin de un estilo de hacer política. La gente demanda caras nuevas, juventud, iniciativa, nuevas políticas y esto es muy difícil de ofrecer con políticos que llevan más de 20 o 30 años en los mismos puestos.Los años de mayoría absoluta hacen muy difícil que la persona que estuvo a su cabeza tenga la cintura necesaria para establecer políticas de pactos, totalmente necesarias con la fragmentación en distintas formaciones políticas de hoy en día a todos los niveles.

 La lección era renovarse o dejar de ser importante, y parece que el partido tomó buena nota de la misma en la legislatura 2015-2019 dando protagonismo al Portavoz en el Ayuntamiento, Silverio Argüelles. Persona joven y que vive el día a día del concejo, y lo que es más importante en política, es disciplinado y persona de total confianza del partido y del Alcalde saliente. Todo nos encajaba, Silverio Argüelles se lanzó a la brega política y a ser la figura de referencia del partido en Llanera mientras José Avelino Sánchez iría cediendo el protagonismo, la transición dulce que todo el mundo esperaba había comenzado.

 Para sorpresa de todos, el incombustible exalcalde repite como candidato en las elecciones de 2019 olvidando el toque de atención recibido en las urnas en 2015, cortando la renovación necesaria del partido en Llanera y provocando una falta de ilusión en los votantes que llevó al Partido Popular su situación de escaso peso actual. Sorpresiva fue su proclamación como candidato; todos acabaron perdiendo con aquella decisión, la figura de Argüelles quedó devaluada sin necesidad y lo peor es que el partido dio la imagen de inoperancia al no encontrar herramientas para poder encontrar un candidato que no estuviera ya amortizado antes de meter el primer voto en la urna.

 La renovación lógica del partido local se frenó en seco y el empuje de Silverio Argüelles si supo verse desde el partido con sus posteriores candidaturas al senado y como vicesecretario de Política Territorial del Partido Popular de Asturias y hombre fuerte de Teresa Mallada, pero no se supo ver desde la agrupación local de Llanera.

 Todos los partidos pueden equivocarse en un nombramiento o en una estrategia, pero deben aprender de sus errores y mucho me temo que el Partido Popular de Llanera no solo no ha aprendido nada si no que tiene toda la pinta de volver a repetir sus errores. A día de hoy se encuentra en la misma situación que en 2015, con un portavoz que lleva el día a día y el peso representativo del partido, pero sin visos de existencia de un candidato fuerte capaz de disputar la alcaldía. La necesidad de poner las cartas encima de la mesa es patente, es necesario determinar quién es el candidato lo antes posible, es la única forma de tener un proyecto ilusionante y que pueda hacer que más de uno sopese volver a dar su apoyo al Partido Popular.

 Si me permiten una anécdota personal, mi padre, que en paz esté, pocas cosas disfrutaba más que su paseo diario en tractor. Cuando fue teniendo cierta edad, y tras varios sustos, vendí su tractor. Los primeros dos meses dejó de hablarme, los dos siguientes empezó a comunicarse conmigo, pero de forma muy esporádica y al mes siguiente ya entró en razón y me agradeció, cierto que a su manera, la decisión. Quien quiera, que lo entienda.

 

Pepe Santolaya

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