LLANERA

SOCIEDAD

José Arias Martínez asegura que el secreto para llegar a vivir más de 90 años es conocer la técnica para respirar bien y andar mucho

Domingo 04 de Abril del 2021 a las 23:25


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El llanerense, José Arias Martínez, recibió en su piso de Lugo de Llanera al periódico El Tapín con gran alegría anunciando que hace una semana le pusieron la segunda dosis de la vacuna contra el covid-19 y que a los 10 días estará inmunizado frente al virus. Arias tiene 93 años y asegura que no se toma ni una pastilla, es más hace tres años que no va a ninguna revisión médica y en su vida sólo se operó de apendicitis y del túnel carpiano.

Arias nació en el concejo se Salas en una familia muy numerosa, ya que tenía 9 hermanos, aunque ahora solo quedan cinco y todos están entrando en los 90 años, “mi hermana mayor cumplió estos días los 100 años, yo estoy por el medio y tengo 93 años”, explicó. El llanerense se dedicó principalmente al campo en los inicios de su vida, porque confesó que era lo único que había de aquella. “Pero también me tocó andar por la guerra, por entre los tiros ande bastante. Después comencé a trabajar en Ensidesa, donde me retiré a los 60 años de manera anticipada”, explicó.

En 1955 fue a vivir a Avilés, cuando entró a trabajar en Ensidesa, después conoció a su mujer, Mari Luz Menéndez Rodríguez, vecina de Fanes y se casaron en la iglesia parroquial de Santa Cruz en 1959, se fueron a vivir a Fanes a la casa familiar de Mari Luz, “iba todos los días a trabajar a Ensidesa desde Fanes, primero en moto y después ya me compré un coche. En moto tardaba un cuarto de hora en llegar, porque yo iba campo a través y llegaba a trabajar incluso antes que los que vivían en Avilés, porque ellos se tenían que comer los atascos de toda la gente que iba a trabajar en aquella época”, recordó.

El matrimonio tiene dos hijos y dos nietas, una de ellas es médico y le asesoró sobre la vacuna, “con la primera dosis no noté nada fue todo muy bien y fui caminando hasta allí con mi hija, pero con la segunda dosis sí que tuve reacción que fue un grandísimo picor en el brazo y esta vez me fui a vacunar en coche”, reconoció.

Con 93 años lo que más le gusta en el mundo es andar, cuando vivía en Fanes, todos los días salía y caminaba por la mañana hasta la capilla del Fresno, después bajaba por Bonielles y regresaba a Fanes. En otras ocasiones tomaba dirección Premió y recorría Las Regueras para volver a Fanes.

“Comencé a ir a andar cuando me jubilé porque era joven con 60 años. Además otro hermano mío fue el que me impulsó a hacerlo, porque él vive en Oviedo y todos los días subía al Naranco por la mañana y por la tarde, ahora que es más mayor, tiene 95 años, todos los días va a andar a la Pista Finlandesa mañana y tarde. Además en Fanes tenía un huerto, porque siempre me gustó mucho plantar hortalizas y trabajaba mucho allí. En esta vida anduve cantidad de kilómetros y kilómetros”, relató.

Desde hace un año aproximadamente, el matrimonio se trasladó a vivir a un piso a Lugo de Llanera para estar más cerca de los servicios como el médico, la farmacia y los supermercados, además de que allí reside su hija. Pero eso no aminoró sus ansias de caminar y asegura que todos los días a las 10 de la mañana va por la senda hasta Posada de Llanera, además por las tardes realiza recados y los días que hace sol suele ir al parque a sentarse con otros señores mayores y tomar el sol en los bancos. “Voy a caminar solo, porque no tengo a nadie que me quiera acompañar, de mi edad nadie va a caminar soy el único, siempre lo hago acompañado de mi bastón, porque tengo muy desgastado el hombro”, comentó.

Pero no solo continúa caminando, sino que ha renovado el carné de conducir con el que tiene que ir a 70 kilómetros por hora y solo puede recorrer 50 kilómetros a la redonda. “Creo que este será el último año que lo renueve, pero lo uso para los recados y para ir a Fanes”, explicó. En cuanto al traslado a Lugo José asegura que es cierto que es mejor estar en el pueblo, pero las circunstancias son las que son, aunque reconoce que no hay nada como ir a andar en el pueblo, con tanta naturaleza y se respira mucho mejor.

“Lo más probable es que vayamos los meses de verano a Fanes, porque lo echamos de menos. Además aquí nos coincidió el confinamiento, que echó nuestros últimos días de vida a perder, porque no podemos hacer nada. Fue muy duro para mí el tener que estar tantos meses en casa sin poder ir a andar, pero lo que hice fue una ruta para caminar por casa, iba a marcha ligera y caminaba dos horas al día, una por la mañana y otra por la tarde, y me sirvió mucho para mejorar”, apuntó.

Arias considera que uno de los secretos para llegar en su estado de forma a los 93 años es que tuvo la suerte de leer un libro, que tenía un hermano suyo sobre técnicas chinas para alargar la vida y estaba basado en la respiración, “desde los 60 años hago siempre esa respiración, que me ayudó mucho, porque yo padecía del estómago y de crio siempre fui muy débil, pero esto me ha servido para mejorar. Tanto es así que llevo tres años sin ir a una revisión médica, ni me tomo una pastilla. Solo me operaron de apendicitis y del túnel carpiano. Esto unido a mi rutina a la hora de moverme y salir todos los días a caminar”, explicó.

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