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SOCIEDAD
La exprofesora y excatequista de Arlós, Mari Pozueco, recibió un emotivo homenaje por parte de sus alumnos
La vecina de Arlós, que además fue profesora y catequista de la parroquia, Mari Pozueco, recibió el pasado domingo 26 de enero un emotivo homenaje de sus alumnos y vecinos. La impulsora de esta iniciativa fue María José Rodríguez, que además fue de las primeras alumnas y según explicó la idea surgió hace un año en el cumpleaños de la Llanerense del Año Emma Suárez. “Mari ese día dijo que le gustaría poder reunir un día a todos sus alumnos. Palabras que yo misma recogí, porque considero que los homenajes deben de hacerse en vida cuando la persona está delante y puede recoger todo el cariño de los que están allí presentes”, explicó.
Para la organización, María José, le pidió a la homenajeada los nombres de todas las personas a las que ella les dio clase en su día y fue recabando los teléfonos hasta que se puso en contacto con todos ellos. “Algunos viven en Arlós, pero otros muchos están fuera del concejo y a través de familiares y demás conseguí los contactos”, afirmó. La comida contó con 120 personas, que se reunieron en el Centro Social de Arlós, cada uno llevó su comida y allí todos juntos pasaron una velada muy agradable amenizada por la música de Javi DJ.
Pero antes, tuvo lugar una misa en la iglesia parroquial de Santiago de Arlós, que fue oficiada por el párroco y amigo de la homenajeada, Valentín Castelao. El sacerdote reconoció el trabajo realizado por Mari desde que comenzó a dar clase y catequesis en 1970 hasta 2001, “siempre ha sido una persona a la que le ha gustado ayudar a los demás, primero a los menores de la parroquia, después ocupándose de su familia y en este momento con las personas mayores del concejo”, destacó.
Mari también quiso dedicar unas palabras a su alumnos y recordar esos buenos momentos. Desde 1970 hasta 1984 empezó Mari Ca´Calea a dar clase, donde enseñó a sus estudiantes a conocer las letras, ganchillo, escribir a máquina, hacer ecuaciones y raíces cuadradas. La homenajeada tenía 14 años de aquella, siempre le han gustado los niños y las madres fueron las que se lo pidieron, era más bien como una guardería, el niño más pequeño tenía 2 años y el mayor 16.
El primer local era de lo más humilde, donde se curaban los chorizos y de fondo contaban con el cacareo de las gallinas, que siempre les hizo mucha gracia a los niños. “Eran unos niños muy obedientes y buenos, si no ya sabían lo que les quedaban castigo. Después fui a dar clase a Llavares, donde me dejaron una habitación hasta cambiar la clase a la Escuela, porque de aquella estaba en ruinas, acudían a mis clases niños de Ferroñes”, apuntó. Después se trasladó a Areñes, a Casa El Pintao, donde tomaba el café nada más llegar, “tengo muy buenos recuerdos porque fueron niños muy nobles”, afirmó.
Más tarde comenzó con la catequesis, primero en Arlós y después en Santa Cruz, para las parroquias de Arlós, Bonielles, Trasmonte y Santa Cruz. “Durante esos años contamos con la presencia de los Reyes Magos entregando los juguetes en el Centro Social, además de las fiestas de Carnaval. Desde aquí quiero dar las gracias especialmente a María José del Charco y a todos los que colaboraron para que esta fiesta se llevara a cabo. No me esperaba nada de esto la gente se volcó muchísimo”, concluyó. La homenajeada recibió de sus vecinos y alumnos una planta, y otros muchos regalos además de las emociones contenidas y el poder juntar por fin a todos ellos.