LLANERA

SOCIEDAD

Pedro Gorría, pregonero de Exconxuraos 2017: “Los países que investigan no lo hacen porque son ricos, sino que son ricos porque dedican esfuerzo a la investigación”

Viernes 30 de Junio del 2017 a las 12:42


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El Catedrático de Física Aplicada, profesor en la Universidad de Oviedo y vecino de Ables desde hace casi 20 años, Pedro Gorría Korres, es el pregonero de las fiestas de Exconxuraos. Fue uno de los impulsores de la refundación de la Asociación de Vecinos de Ables hace casi 20 años. Pedro explicó que siempre fue un niño muy curioso al que le gustaba la ciencia, en especial la astronomía y se preguntaba por todo, fue en COU cuando un profesor de filosofía le animó a estudiar física, porque es la base de todas las ciencias.

El pregonero es de Tolosa y se tuvo que trasladar a Bilbao a estudiar la carrera de física, “me gustó mucho la carrera, pero no como cuando era un niño que me atraían las estrellas, sino que me comenzó a gustar la física en toda su extensión y al final me focalicé en lo que se refiere a los materiales, como está formada la materia, que materiales tiene, si somos capaces de entender las propiedades de los materiales podemos ser capaces de desarrollar nuevos dispositivos y un amplísimo abanico de usos para la vida cotidiana, que es de lo que voy a hablar en la charla”, explicó.

Pedro comentó que física es una carrera bastante dura, tras acabarla decidió iniciar una carrera investigadora contactando con uno de sus profesores y le convenció para que le llevara la tesis doctoral, consiguió una beca de investigación del gobierno vasco y allí estuvo 5 años. Su tesis versó sobre las propiedades magnéticas de los materiales, “cuando estaba acabando la tesis me iba a ir de post doctorado a Estados Unidos, pero en aquel tiempo a principios de los 90 tenía colegas compañeros y amigos que habían ido fuera pero les resultaba muy difícil volver, porque había muy pocas plazas en las Universidades de aquí y además había cierta tendencia a la endogamia en el mal sentido, ya que se debía conocer a alguien en la universidad para entrar. Además se debía de tener experiencia docente a parte de un muy buen currículo investigador”, destacó.

Fue en ese momento cuando salieron las plazas en la Universidad de Oviedo y Pedro conocía a una profesora que le propuso optar a ellas, aunque eran temporales por un curso o seis meses, y decidió aplazar el contrato post doctoral y venirse a Oviedo, “había necesidades docentes para el siguiente curso y me dijeron que me renovarían el contrato, entramos a la vez 5 o 6 profesores jóvenes y además estaba echando a andar la carrera de física, en 1996 que es cuando salió la primera promoción”, apuntó. El departamento de física tenía docencia en las escuelas de ingenieros o química, pero al crearse la nueva titulación hacían falta más profesores. Tuvo que tomar una decisión en la vida, sabía que si se iba a Estados Unidos no podía pensar en volver y optó por quedarse en Oviedo, en tres años consiguió la plaza fija y lleva 21 cursos aquí.

Pedro aseguró que en España la investigación empezó a despegar en la época de los 80, porque hubo ciertos políticos que si tuvieron una sensibilidad por la investigación, porque veían lo que ocurría en los países de los alrededores, era cuando España iba a entrar en la Unión Europea y la democracia comenzaba a estabilizarse, los ocho años después de la muerte de Franco. España llevaba un retraso muy fuerte, aunque bastantes investigadores españoles se habían ido fuera a formarse y luego habían vuelto con conocimientos de otros lugares e intentaron que aquí se formara un sistema de investigación y ciencia que iba a nacer de cero, a partir de entonces se comienza a destinar un presupuesto a la ciencia y la investigación, surgen más grupos de investigación en las universidades, más grupos del CSIC, hay comunidades autónomas que tienen más sensibilidad y dedican más financiación, como País Vasco y Cataluña, donde crean sus propios centros tecnológicos y eso va aumentando y España entra a formar parte de laboratorios y de centros europeos de investigación como miembro de la Unión de pleno derecho y esto va mejorando hasta que llega la crisis. “Conozco a mucha gente en muchos países y esto no quiere decir que nosotros hagamos mejor investigación que los alemanes o los franceses, con los que no podemos competir por su tradición científica de siglos, pero estaban asombrados de que en un corto espacio de tiempo con menos recursos  de los que disponen ellos la producción científica española había ido incrementándose de tal manera que en la primera parte de la década de los 2000 España ya estaba entre los 15 países con más y mejor producción científica”, explicó.

El catedrático aseguró que cuando llegó la crisis los recortes fueron “brutales” y aunque los políticos aseguran que no hay crisis el llanerenses apuntó que sólo será en algunos aspectos, porque la investigación no es que no se haya recuperado sino que no ha parado de caer y no ha visto el fondo del pozo todavía. “El riesgo de esta caída es que si la comunidad científica haciendo un esfuerzo importante había conseguido aminorar el retaso que había con respecto a los otros países se está acortando y podemos perder el tren definitivamente. Los países que investigan no lo hacen porque son ricos, sino que son ricos porque dedican esfuerzo a la investigación”, apuntó.

 El pregonero afirmó que si un Estado dedica dinero a la investigación creará puestos de trabajo de más alta cualificación, con lo cual la población joven estará mejor formada y trabajando en esos puestos, “o queremos un país de camareros, no tengo nada en contra de esas profesiones, pero claro eso no nos hace competitivos con los países de nuestro entorno. El problema de España es que en general los políticos tienen muy poca sensibilidad por la ciencia en la actualidad. No veo este tema en ningún debate, ni discusión política o parlamentaria, mientras que en otros países es un tema central, porque saben que tú no puedes competir con mano de obra barata. Tenemos muchos países en el tercer o segundo mundo que nos ofrecen mano de obra mucho más barata, tu puedes competir en valor añadido, en calidad o en avance de los productos que tu ofrezcas, si cortas está cadena ascendente durante 8 o 10 años estas machacando una generación de científicos”, apuntó.

El llanerense aseguró que las generaciones de científicos no son como las naturales de padres a hijos de 20 a 25 años, sino que se dan de 12 o 15 años, “la generación nuestra está en un momento en el que tenemos experiencia y bagaje para desarrollar y avanzar en el conocimiento, pero necesitamos que la generación siguiente que ahora tienen 30 años tengan  garantía de un puesto estable, que no se malentienda que sea un puesto fijo, sino que se financien las investigaciones, en especial los medios con los que trabajamos y los estudiantes con los que podemos contar. Si esta generación que ya ha acabado las tesis y está formada no la reabsorbe el país, cuando se han formado con fondos del Estado españoles y tienen que irse fuera, estamos regalando la mano de obra nuestra en la que hemos gastado el dinero y van a esos países donde sólo producen, ya que no han invertido nada en ellos. Pueden destrozar el edificio de la ciencia porque esa generación ya no está”, criticó.

Esta problemática no se da sólo en centros de investigación y en universidades, si hay un tejido científico-técnico bien edificado en el país eso influye en las empresas, que tenderán a tener más departamentos de innovación, desarrollo, nuevos productos y puedes atraer a multinacionales que ahora mismo tienen sus centros de investigación en otros países, que piensen no sólo vamos a llevar una planta de producción a España, sino también uno de nuestros centros de investigación, porque allí hay facilidades y hay gente preparada para trabajar.

Pedro comentó que si se quiere que la ciencia y la investigación tengan un papel relevante en España son los profesores universitarios y los científicos en general los que deben acercar la ciencia a la sociedad, para concienciar a la ciudadanía de lo importante que es la ciencia, “no vale con quedarnos en nuestras universidades dando clases a nuestros alumnos, dirigiendo a nuestros grupos de investigación sin que nadie sepa nada, hay que ir a la sociedad. Me parece que esto nos va en el sueldo, me siento moral y éticamente comprometido a intentar explicar a la sociedad las bondades del avance en el conocimiento científico, porque los ciudadanos pueden preguntarse de mis impuestos sale dinero que financian la ciencia y en que se ocupa ese dinero. Hay que usar un lenguaje que lo entienda todo el mundo, que es más difícil que dar una clase en la universidad o un congreso, hay que adaptarlo para que todo el mundo lo entienda, la ciencia no es sólo para avanzado, depende de cómo la cuentes”, relató.

El llanerense se queja de que en los últimos seis o siete años no ha salido plazas para profesores en la Universidad de Oviedo, cuando se han ido jubilando o muriendo todos los años y la tasa de reposición es cero. “Se cargaban de más docencia los profesores, hay departamentos que tienen muchos problemas y si no hay suficientes profesores hemos pasado de tener grupos de 50 alumnos a 70, yo no tengo problema de dar la clase si el aula reúne las condiciones adecuadas, el problema viene con las prácticas o los problemas, si pudiera hacer grupos de 8 o 10 para los problemas estoy seguro de que el 80% los entendería y aprovecharía el tiempo. En las prácticas hemos tenido que hacer grupos de cuatro personas haciendo una práctica, lo normal sería de uno en uno. Ni cuando yo estudiaba se vivía esta situación”, criticó.

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